lunes, 20 de diciembre de 2010

La Tierra de los Hombres Azules



Motivado por las palabras de Moussa Ag Assarid (entrevista que podéis leer más abajo en este mismo blog), que hablan de un modo de vida apacible y coherente, decido emprender un viaje para acercarme a su tierra, y así poder sentir en mi piel el viento, el sol y la arena del desierto.







El 8 de noviembre subí a un avión dirección Marrakech, para luego pasar un tiempo en el lado más rural e intacto que el destino me permitiera experimentar. Este no me falló, pues el viaje no dejó de sorprenderme día tras día.






Cruzándose ante mi las personas necesarias que parecían conocer mis intenciones de antemano, me guiaron por un Marruecos alejado del turismo y de las grandes masas. Descubrí rincones de gran belleza,










la cultura culinaria al ladito del fuego, bajo el cielo estrellado, tras los largos días de caminatas (...esperado tajín de cada día!!!). Aprendí un poco de árabe y un sinfín de costumbres, pero lo más hermoso de todo, una calidad humana asombrosa, muchas veces, lamentablemente desconocida en occidente.



Y no hablo de quien te cruzas en la calle y te ofrece habitaciones o restaurantes dónde comer para que así, a base de comisiones, tenga una forma de ganarse la vida (cosa que por mucho que se diga, al turista tampoco le va nada mal) ,










hablo de aquellos, cual sea el lugar del mundo, que se ofrecen tal que amigos de toda la vida para hospedarte en su casa, ofrecerte un te, charlar un rato o simplemente regalarte una sonrisa.





Hablo de aquellos que todavía disfrutan del tiempo y no corren para avanzarse a él, de los que se relacionan por placer y no por interés, de los que viven respetando su entorno y no arrasándolo...









Que puedo decir que no se haya dicho ya, si para los países "desarrollados", por así llamarlos, no es cuestión de falta de información, la cual es tan excesiva que ya ni nos entra por las orejas, lo nuestro es falta de intención, esta claro, eso y nada más.
¿Cuánto nos queda por aprender, por recordar lo que un día ya supimos?





Mis más sinceros agradecimientos a todos aquellos que os cruzasteis en mi camino por las tierras del Magreb (...eso, el lugar por donde se pone el Sol) y que tan lindos recuerdos habéis grabado en mi memoria! Shukran!!

m.